Las pelis de ciencia ficción ya pueden desestimar esta temática. La realidad supera a la ficción, al ser posible sumergirse en un videojuego y vivirlo de lleno en primera persona, como si fueras el personaje principal. Y no solo eso, sino que la experiencia es cada vez más real, fascinante y habitual. Su irrupción no pasó desapercibida entre los gamers, y los “pesos pesados” de la industria ya trabajan arduamente en una realidad virtual cada vez más perfecta.
Convertirte en Iron Man o en el mismísimo Link, héroe del Zelda, se hace realidad gracias a este nuevo -o no tan nuevo- universo. Nintendo ya ofrece sus propios anteojos para la Switch, y PlayStation su propia consola con la PS VR. Microsoft tampoco se queda atrás. Detrás de esas gafas hay un nuevo mundo, y es nada menos que el presente y el futuro de la industria de los videojuegos.
Las pelis de ciencia ficción ya pueden desestimar esta temática. La realidad supera a la ficción, al ser posible sumergirse en un videojuego y vivirlo de lleno en primera persona, como si fueras el personaje principal. Y no solo eso, sino que la experiencia es cada vez más real, fascinante y habitual. Su irrupción no pasó desapercibida entre los gamers, y los “pesos pesados” de la industria ya trabajan arduamente en una realidad virtual cada vez más perfecta.
Convertirte en Iron Man o en el mismísimo Link, héroe del Zelda, se hace realidad gracias a este nuevo -o no tan nuevo- universo. Nintendo ya ofrece sus propios anteojos para la Switch, y PlayStation su propia consola con la PS VR. Microsoft tampoco se queda atrás. Detrás de esas gafas hay un nuevo mundo, y es nada menos que el presente y el futuro de la industria de los videojuegos.
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